Recibe, oh Dios, el pan que te ofrece-mos. Luego será el Cuerpo de Jesús. también acepta nuestros sacrifi-cios, nuestra oración y nuestro corazón. Recibe, oh Dios, el vino que ofrece-mos. Luego será la Sangre de Jesús. También acepta nuestros sacrifi-cios, nuestra oración y nuestro corazón. Recíbelos, Señor, por nuestras fal-tas, por los que están aquí, junto al altar, por los cristianos vivos y difun-tos, por todo el mundo, por su salvación.